Solía decir Borges, citando a Plinio el Joven, como ya lo había hecho Cervantes en su obra capital, “que no hay libro tan malo que no tenga algo bueno”. Acogiéndome a los generosos beneficios que brinda esta sentencia, decidí poner a consideración del público este escrito, que no tiene pretensiones literarias y musicológicas algunas.
Edición de Editorial Pi de 2004. Existe en el mercado colombiano otra edición posterior más amplia con respecto a la presente.