El disfrute del arte tiene un valor intrínseco. La obra de arte, en sí misma, no la tiene. Tiene valor sólo en cuanto unos seres dotados de sentidos reaccionan ante ella. Por consiguiente, el arte es digno de ser creado aunque no tenga ningún valor instrumental en absoluto. No obstante, existen también valores instrumentales en el arte.
Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.