Este poema, que ha sido traducido frecuentemente con el nombre de El Cantar de los Cantares, por la forma del superlativo hebreo, es una de las joyas de la literatura judía. Por su ambiente es bucólico y podría ser una refundición de obras anteriores de esta clase de literatura o, quizás, una pieza dramática. Fue compuesto después del siglo VIII a. n. e., pero ha sido atribuido a Salomón quizás para otorgarle el prestigio de una mayor antigüedad y también por la fama del rey.